A principios de 2007 Microsoft traía al mercado Windows Vista, una versión muy novedosa en varios apartados como lo son las funcionalidades y la experiencia visual del usuario. Después de un XP que nació con el pie izquierdo pero que evolucionó en un par de años resultando ser exitoso en todos sus sentidos, su sucesor se encontraba en un intento por volver a coronarse como un rey y ganarse el aprecio de los Windowseros. Sin embargo, la historia no terminó siendo oro y rosa como se presumió en un principio. Al poco tiempo este lanzamiento se dinamaba de ser objeto de múltiples críticas por varios problemas enfocados específicamente en el rendimiento, más allá de las típicas observaciones que se suelen hacer por las noveles implementaciones, cambios y remociones de características.
Es completamente inevitable reconocer su mala crítica, la cual ha sido tan fuerte que la propia Microsoft se vio obligada a lanzar un instructivo oficial para poder realizar un downgrade desde las ediciones Bussiness y Ultimate con licencias OEM hacia el XP Professional. El motivo de su recepción se debió a varios factores los cuales he puntualizado al principio de este artículo. y a continuación voy a analizar los de mayor relevancia:
Rendimiento
La interfaz Aero fue la principal apuesta en materia gráfica. Ventanas translúcidas, transiciones, efectos especiales y hasta gadgets en el escritorio.
Compatibilidad
Durante sus primeros meses de vida, muchos usuarios comenzaban a quejarse de que varios de sus programas de uso diario no funcionaban correctamente y en algunas ocasiones no lograban cargarse de ninguna forma. Esto no parte de una gran culpa, principalmente porque es algo habitual que sucede en cada lanzamiento. Aunque este en particular si que ha sido de los más criticados en cuanto al mencionado apartado, no siendo tan así en sus sucesores.
Posiblemente se trate a que el kernel NT haya recibido modificaciones menores; pues tanto Windows 7 como 8.x se mantuvieron en la versión 6, y a partir de Windows 10 se cambió la numeración para que hayan coincidencias.
Ambición excesiva
El desarrollo de Vista resultó ser tardío. Y la mejor muestra de esto es Longhorn, el proyecto clave que le dio el nacimiento. Durante su prolongada construcción ha pasado de todo; desde contínuos cambiazos en la apariencia visual hasta el famoso "reseteo", donde se optó por volver a empezar de cero dado que no se estaban cumpliendo las espectativas de la empresa. Ojo, que no estoy diciendo de que haya sido feo ni nada por el estilo, si no que se ha puesto demasiada ambición durante todo el progreso de la beta. Hasta el propio Steve Ballmer mencionó que se intentó realizar una tarea demasiado grande y se han perdido millones de horas de innovación.
A la izquierda, Longhorn antes del reseteo. A la derecha, después del reinicio. (clic en las imágenes para sus dimensiones originales)
Todos estos puntos concluyen la escasa cuota de mercado que tuvo esta versión de Windows, llegando hasta apenas un 18%. A partir de entonces se notó su decadencia, empezando a verse pesado y siendo desaconsejado como una actualización desde una instalación previa. Y la diferencia se incrementó mucho más con la llegada de su sucesor Windows 7, que a fin de cuentas fue una mejora del controvertido Vista.
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